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Familias olfativas del perfume

Descubre el mundo de las familias olfativas:

Tradicionalmente, las fragancias se adscriben a unas familias olfativas. Aunque no es una clasificación cerrada, puesto que la combinación de ingredientes de un perfume puede tocar varias familias olfativas, esta categorización nos permite realizar una descripción aproximada de una esencia, de manera que, sin oler el perfume, nos podamos hacer una idea de cómo huele. En nuestro caso, como fabricantes de perfumes para terceros, la clasificación de familias olfativas nos sirve como herramienta de trabajo a la hora de sentarnos con un cliente para crear el briefing del perfume que vamos a crear. 

Nuestros expertos conocen a la perfección las familias olfativas del perfume y dominan toda la paleta de notas y acordes del órgano del perfumista, de manera que podemos personalizar íntegramente la pirámide olfativa de una fragancia ciñéndonos a las demandas de los clientes que nos contactan para crear una fragancia para una marca, un servicio que ofrecemos de manera global: concepto, diseño de la fórmula y del packaging, fabricación y manipulados de un perfume que se entrega al cliente con todas las garantías y certificados, listo para ser comercializado.

Antes de lanzar un perfume es importante realizar un estudio de la marca y de su público objetivo para completar el briefing que servirá de guía al perfumista a la hora de crear la fragancia. La capacitación técnica y el talento artístico del perfumista darán como resultado una esencia original y única para satisfacción del cliente y del consumidor final, pudiendo decidir incluso la duración y la proyección del perfume. 

Familia cítrica o hespéride

Esta familia olfativa aglutina las fragancias cítricas, protagonizadas por frutas como el limón, la naranja, la mandarina, la bergamota, la lima, el pomelo, la cidra, el kumquat y el yuzu, sin olvidar el petit grain (aceite esencial obtenido de las hojas del naranjo amargo).

Las notas cítricas son típicas de las aguas de colonia, composiciones ligeras y frescas, sencillas, lo que no quiere decir que sean simples, ya que, para lograr que tengan suficiente proyección y duración, es necesario combinarlas con destreza con notas más intensas que mejoren su fijación sin restar frescura.

Por tradición cultural, las fragancias de familia cítrica son muy apreciadas en los países mediterráneos. En Àuria Perfumes solo trabajamos con materias primas de primera calidad que nos garanticen una esencia óptima que encaje con los valores de la marca y que satisfaga las expectativas de los consumidores.

Familia floral

Las flores, protagonistas absolutas de los perfumes, originan la familia floral, la más conocida junto con la cítrica y la que más se identifica con las fragancias femeninas, debido a la delicadeza y sensualidad que aportan estas a la composición olfativa. Según se trabajen las notas florales en la fragancia, esta será más clásica, romántica o transgresora, más sutil o intensa.

Las notas florales más populares son: rosa, jazmín, nerolí, lirio, violeta, magnolia, nardo, mimosa, geranio, heliotropo, camelia, ciclamen, flor de cerezo, flor de almendro, flor de manzano, gardenia, guisante de olor, girasol, margarita, retama e ylang ylang.

¿Sabías que hay flores de las que no se puede extraer su olor? Reciben el nombre de flores mudas o silentes y, aunque no tienen valor para la industria del perfume, su olor, reconocido y apreciado por los consumidores, puede ser recreado mediante perfumería molecular. De esta manera, gracias a las moléculas de síntesis podemos disfrutar de fragancias que incorporan el olor de las lilas, las madreselvas, las peonías, el lirio, las violetas y los claveles...

Familia fougère o verde

Fougère es un término que procede del francés y que significa helecho, una planta que prolifera en los bosques húmedos, cuya fragancia reproduce los olores del musgo y la tierra húmeda y que evoca sensaciones de frescor.

La familia fougère evoca las fragancias que se pueden oler en un bosque y sugiere una sensación de limpieza y de vitalidad.

Por su combinación de notas verdes y terrosas, la familia fougère ha sido tradicionalmente atribuida a las fragancias masculinas. A principios del siglo XX, su estructura habitual era la siguiente: lavanda, geranio, musgo de encina, pachuli y cumarina. Actualmente, esta estructura es más flexible y da cabida a notas verdes, florales y amaderadas que aportan nuevas expresiones al eau de parfum: salvia sclarea, romero, albahaca, menta, ciprés, anís y té, son algunos ejemplos.

Familia chipre

La familia chipre se consolida como tal gracias al éxito del perfume Chypre, creado por François Coty en 1917, y se caracterizaba por ser una composición verde y amaderada que evocaba las esencias que se pueden oler en una isla del Mediterráneo. Aunque hay que especificar que las fragancias chipre existen desde la época romana, ya que hay constancia de ellas, gracias a un descubrimiento arqueológico en la isla de Chipre, donde hace 4.000 años operaba una fábrica de perfumes que producía esencias con materias primas vegetales autóctonas.

Las fragancias chipre o achipradas son universales, y es al combinarse con notas florales y afrutadas cuando se declinan más hacia un esquema propio de una fragancia femenina o masculina.

Notas olfativas frecuentes en la familia chipre: bergamota, musgo de roble, cistus (jara), láudano, pachuli y sándalo.

Familia Amaderada

Las amaderadas son composiciones con una gran fijación y estela. Los consumidores las prefieren utilizar en los meses fríos del año porque transmiten una sensación cálida.

Las notas amaderadas aportan calidez al perfume, así como facetas secas, reconfortantes, evolventes y cremosas.

Notas frecuentes en fragancias amaderadas: cedro, caoba, abeto, acacia, sándalo, olivo, ébano, papiro, musgo, cashmeran o madera almizclada, maderas ahumadas o quemadas y oud.

Familia oriental, especiada o ambarada

Maderas, resinas y especias dan lugar a la familia oriental, especiada o ambarada, propia de los países árabes y cada vez más apreciada por los consumidores europeos que a lo largo de los años han desarrollado un gusto más sofisticado por la perfumería.

Actualmente es frecuente encontrar fragancias que juegan con los contrastes enfrentando notas frescas, como las cítricas, a otras profundas que evocan calor, como las especias y resinas, que añaden además un toque exótico al perfume.

Notas típicas de los perfumes orientales: pimienta, canela, cúrcuma, comino, clavo, azafrán, nuez moscada, cardamomo, jengibre, mirra, pachulí, haba tonka, sándalo, pachuli, benjuí, bálsamos resinosos, vetiver, ámbar gris y tabaco.

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Otras familias olfativas:

Familia afrutada

El olor dulce, fresco y natural de la fruta fresca y madura da lugar a la familia afrutada que engloba todas las frutas –más allá de los cítricos que tienen su propia familia–. Transmite energía y alegría a la fragancia y está muy presente en las fragancias femeninas y en las infantiles, trabajadas de diferente manera. En las fragancias femeninas, las frutas aportan un toque jugoso y sensual, mientras que, en las infantiles, nos transportan hacia un universo gustativo, suave y goloso.

Las notas afrutadas son el resultado del laboratorio de fragancias, puesto que, debido a su alto contenido en agua, normalmente no se puede extraer el olor natural del fruto.

Las notas afrutadas más frecuentes en perfumería son: higo, albaricoque, manzana, bayas, pera, melocotón, ciruela, frambuesa, piña, grosella, coco, arándano, fresa, frutas tropicales, melón, sandía y uvas.

Familia acuática

Las acuáticas son composiciones en las que predominan notas marinas que evocan el olor del océano y de la brisa marina. Son fragancias cuya demanda crece durante los meses de verano, cuando el consumidor gusta de perfumes más frescos que reproducen sensaciones veraniegas y un efecto acuático o helado.

Típicas de la familia acuática son las moléculas sintéticas calone y azurone, que reproducen olores marinos y ozónicos. Frecuentemente combinadas con notas tropicales como mango, coco, papaya y piña, son protagonistas indiscutibles de las fragancias estivales.

Familia cuero

Aunque han tomado relevancia desde hace algunos años, lo cierto es que los perfumes con cuero datan del siglo XVI, cuando se puso de moda perfumar los guantes de piel que solía utilizar la nobleza con el fin de enmascarar el fuerte olor que desprendía el curtido. Esencias florales y almizcladas suavizaban el intenso olor de estos, originando una fragancia sensual, intensa y con un toque animal.

La creatividad de la perfumería es capaz de recrear notas acueradas mediante ingredientes secos, ahumados y quemados que reproducen la sensualidad del olor real del cuero. Estas notas son especialmente frecuentes en perfumes masculinos que buscan reforzar su potencia con matices profundos y oscuros.

Notas propias de la familia olfativa cuero: civeta, ante, humo y pólvora.

Familia aldehídica

Los aldehídos son moléculas sintéticas que poseen un olor propio que, según se trabajen en el laboratorio, aportan matices diferentes al perfume: olor metálico, a jabón, a limpio… Adquieren relevancia a partir de 1921, debido al éxito del mítico perfume Nº5 de Chanel, obra de Ernest Beaux, que incluía aldehídos en su fórmula. Los perfumistas los utilizan para crear perfumes luminosos con una gran duración.

Las fragancias aldehídicas apelan directamente a la memoria olfativa de los consumidores que, al olerlas, las relacionan con un olor a limpio, a jabón, a ropa blanca de algodón, por su olor empolvado y atalcado. Prueba a imaginar cómo huele una camisa blanca nueva de algodón puro. ¿Qué te inspira? Ese es el ejercicio que realiza el perfumista para recrear una nota aldehídica a través de moléculas creadas en el laboratorio.

Familia gourmand

Las fragancias que reproducen ingredientes alimentarios reciben el nombre de gourmand. Pueden transportarnos hacia el universo de la repostería con notas dulces, pero también recrean notas saladas, tostadas u olores tan reconocibles como el del café.

Las fragancias gourmand nacen a mediados del siglo XX, gracias a los avances de las moléculas de síntesis, y son frecuentes en la perfumería femenina e infantil, más abiertas a explorar ingredientes gustativos, aunque cada vez es más común encontrarlas en perfumes masculinos (cacao, café, mojito, ron y whisky).

Notas gourmand más frecuentes: azúcar, algodón de azúcar, caramelo, café, canela, almendra, avellana, mantequilla, chocolate, miel, leche, mazapán, palomitas, regaliz, vinagre balsámico, amaretto y vainilla.

En Àuria Perfumes diseñamos y fabricamos perfumes para terceros de manera totalmente personalizada, ajustándolos a los valores de marca y a su público. Nuestro método propio de trabajo, ágil, flexible y con costes competitivos, nos permite ofrecerte una fragancia de calidad, lista para su comercialización.

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